Orientaciones adicionales

Junto con los principios comunes, se recomienda llevar a cabo las actuaciones mínimas del CAPSEAH para ayudar a todas las personas y organizaciones a hacer todo lo posible, dentro de lo razonable, para prevenir y responder a la SEAH. 

En este apartado se ofrecen consejos y directrices prácticos sobre cómo implementar actuaciones a nivel individual, internacional, nacional, de organización y proyecto/programa.

Las organizaciones u operaciones de distintos tipos y tamaños pueden ponerlas en práctica de una manera proporcionada que sea pertinente a su trabajo.

A lo largo del texto se mencionan distintos documentos clave y en la Biblioteca de Recursos encontrará una lista completa de recursos.

 

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1. POLÍTICAS: establecer, comunicar, mantener e implementar unas políticas claras relativas a la PSEAH

  1. Establecer, financiar, implementar y cumplir una política/estrategia de PSEAH alineada con esos principios comunes, actuaciones mínimas y los estándares que los sustentan. Algunas organizaciones pueden contar con una estrategia de PSEAH global, mientras que otras pueden preferir tener políticas distintas de SEA (explotación y abuso sexuales) (para guiar las operaciones externas y los proyectos/programas) y de SH (acoso sexual) (para orientar la conducta del personal interno).
  2. Garantizar que los principios y estándares de comportamiento hacia la PSEAH estén integrados en los códigos de conducta, con una clara prohibición de los actos de SEAH. En caso necesario, crear o actualizar un código de conducta que esté en consonancia con dicha actuación.
  3. Garantizar que todo el personal, los voluntarios y los socios que prestan servicios conozcan las políticas y los códigos de conducta relativos a la PSEAH, se adhieran a ellos y se esfuercen por cumplirlos. Esto se puede hacer a través de una iniciación obligatoria y de una capacitación de repaso regular, mediante la inclusión de texto en los contratos, las descripciones de trabajo y los acuerdos de cooperación, con la evaluación de la capacidad de los socios de cumplir las expectativas relativas a la PSEAH y a través de una discusión del cumplimiento en las revisiones y evaluaciones del desempeño.

Esto significa que:

Todas las personas deberían:

  • Actuar con integridad en todo momento y asegurarse de conocer, entender y cumplir los principios de la PSEAH, el código de conducta de su organización y todas las políticas de PSEAH que sean de aplicación.
  • Asumir la responsabilidad de crear y mantener un entorno y una cultura de tolerancia cero hacia la inacción relativa a la SEAH, lo cual incluye impartir formación y mantener discusiones para aumentar la concienciación sobre los factores contextuales más amplios y las causas fundamentales de la SEAH, como los desequilibrios de poder, el abuso de autoridad, los sesgos inconscientes, etc.
  • Llevar a cabo formación obligatoria sobre la PSEAH y otras capacitaciones asociadas pertinentes para tener la confianza de poder identificar la SEAH y saber cómo denunciar casos o qué hacer si se tiene conocimiento de alguna inquietud al respecto. ej., cursos gratuitos en línea de la Open University/OpenLearn
  • Tener presentes las leyes locales del país donde están trabajando y cómo se relacionan con los principios de PSEAH, el código de conducta de la organización y la legislación internacional sobre derechos humanos. Tener como meta el cumplimiento de los estándares más elevados.
  • Los gerentes y líderes tienen la especial responsabilidad de fomentar el código de conducta y las políticas, y de promover una cultura y unos sistemas que respalden su implementación y enfaticen la tolerancia cero hacia la inacción.

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGI), las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores humanitarias, de desarrollo y de paz (HDP, por sus siglas en inglés) deberían hacer lo siguiente:

  • Incorporar los principios de PSEAH en sus estrategias, políticas y enfoques de PSEAH y, con el tiempo, alinear las actividades concretas de protección contra la SEAH con las actuaciones clave del CAPSEAH.
  • Participar en el diálogo y la colaboración internacionales para garantizar que cuando se renueven y actualicen las estrategias, las políticas, las orientaciones y las herramientas de PSEAH relacionadas con las labores HDP, estas partan de lo mejor de las prácticas internacionales y se alineen con este enfoque común y lo refuercen.
  • Incorporar referencias a las actuaciones relativas a la PSEAH en las convenciones internacionales, las resoluciones y las políticas que abordan asuntos más amplios como la desigualdad de género, la violencia de género, etc.
  • Contribuir, apoyar y, cuando sea pertinente, utilizar los servicios de las funciones de auditoría y evaluaciones independientes para valorar su progreso en el cumplimiento de los estándares de PSEAH.

En las labores de mantenimiento de la paz, la ONU y los Gobiernos deberían:

  • Mantener unas normas de conducta sólidas para todo el personal de mantenimiento de la paz y asegurarse de que estas se reflejen en los memorandos de acuerdo (MdA) con los países que aportan contingentes militares. Los países que aportan contingentes militares/policiales deberían hacer que esas normas sean vinculantes para su personal. No se debería seleccionar para futuros despliegues a tropas/personal que no cumpla(n) esas normas.
  • Cooperar en la aplicación de normas de conducta robustas en las fuerzas internacionales externas a las Naciones Unidas.
  • Fortalecer la evaluación, selección y preparación de los países que aportan contingentes militares/policiales;
    • Acceder y utilizar los recursos disponibles en el Centro de recursos para el mantenimiento de la paz de la ONU, incluidas las normas de conducta «No hay excusa» y «Diez reglas», así como la formación especializada para el personal militar y de mantenimiento de la paz antes de los despliegues.
  • Fortalecer la respuesta y las medidas de rendición de cuentas, lo cual incluye llevar a cabo investigaciones rápidas y transparentes y garantizar la responsabilidad penal cuando un acto de SEA constituya un delito.

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Ayudar a desarrollar y ejecutar leyes y políticas de prevención y respuesta ante la explotación, el abuso y el acoso sexuales. Estas deberían:
    • Incluir normas de conducta para su propio personal, tanto si trabaja en su propio país como en el extranjero.
    • Ayudar a garantizar que la SEAH se aborde sin demora y de una manera eficaz cuando se produzca.
    • Tratar de ofrecer protección a los denunciantes y a las personas que comuniquen incidentes (p. ej., trasladar a las personas correspondientes a ubicaciones distintas en caso necesario).
    • Asegurarse de que los perpetradores de SEAH rindan cuentas de una manera proporcionada que proteja la seguridad, la dignidad y el bienestar de las víctimas supervivientes y que les ofrezca justicia y reparación.
    • Hacer posible que sus ciudadanos puedan ser enjuiciados por cualquier delito de SEAH, incluidos aquellos cometidos en el extranjero cuando sean ilegales en el país donde tuvieron lugar.
  • Ser coherentes con los convenios e instrumentos legales internacionales en relación con distintos aspectos de la igualdad de género y los derechos humanos, p. ej.,
    • la Declaración Universal de los Derechos Humanos; el Pacto Internacional sobre Derechos Civiles y Políticos; el Pacto Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Convenio de las Naciones Unidas (ONU) sobre los Derechos del Niño; el Convenio de la ONU sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; la Declaración de la ONU sobre la Eliminación de la Violencia contra la Mujer (A/RES/48/104); la Resolución de la Asamblea General de la ONU de 2018 sobre la Intensificación de los Esfuerzos para Prevenir y Eliminar todas las formas de Violencia contra las Mujeres y las Niñas: Acoso Sexual (A/RES/73/148); el Convenio del Consejo de Europa sobre prevención y la lucha contra la violencia contra las mujeres y la violencia doméstica, y el Protocolo de Maputo.
    • elConvenio del Consejo de Europa para la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual, también conocido como «el Convenio de Lanzarote», que exige la criminalización de todos los tipos de delitos sexuales contra los niños. En él se establece que los Estados de Europa y más allá deben adoptar una legislación específica y tomar medidas para evitar la violencia sexual, con el propósito de proteger a los niños víctimas y enjuiciar a los perpetradores.  El Centro de recursos y apoyo para la salvaguardia (Safeguarding Resource and Support Hub (RSH)) ofrece un manual orientativo y una lista de verificación sobre las principales obligaciones de los Estados en virtud del Convenio de Lanzarote para la protección de los niños contra la explotación y el abuso sexual.
  • Aprender de las normas emergentes en áreas como los esfuerzos por abordar la explotación, el abuso y el acoso sexuales en línea.
  • Fomentar y aplicar leyes y políticas que traten temas más amplios, como la desigualdad de género.

Las organizaciones (incluidas las agencias gubernamentales [p. ej., donantes/organismos de ayuda], las instituciones multilaterales, las ONG, el sector privado y las fundaciones) deberían:

  • Tener un código de conducta claro que incorpore los principios de la PSEAH y garantizar que todos aquellos que trabajan para una organización o en nombre de ella estén al corriente del código de conducta y de las consecuencias de incumplirlo.
    • Por ejemplo: llevar a cabo una iniciación obligatoria y una capacitación de actualización regular, incluir las expectativas sobre la PSEAH en los contratos, las descripciones de trabajo y los acuerdos de cooperación, exigir a las personas que confirmen que han entendido el código antes de comenzar su trabajo, evaluar la capacidad de los socios de cumplir las expectativas relativas a la PSEAH y discutir el cumplimiento en las revisiones y evaluaciones del desempeño.
  • Asegurarse de que los códigos de conducta y las políticas y estrategias de salvaguardia sean accesibles para todo el mundo, por ejemplo, haciendo que estén disponibles en formatos para niños o personas con discapacidades y utilizando términos que sean adecuados, no despectivos y que eviten los estereotipos. Proporcionar información en los idiomas nativos de los miembros del personal, evaluar de qué manera preferirían interactuar con la orientación relativa a la PSEA, diseñar políticas en consulta con todos los niveles de personal, además de facilitar versiones simplificadas de las políticas.
    • Bond cuenta con una amplia variedad de Plantillas de políticas, que ofrecen ejemplos de códigos de conducta, políticas de denuncia de irregularidades y de reclamaciones, traducidas a distintos idiomas.
  • Contar con políticas claras para prevenir, denunciar y responder a la SEAH dentro de la organización y a lo largo de sus operaciones/programas. Las políticas deberían:
    • Proteger al personal, las comunidades locales y otras personas que entren en contacto con las operaciones HDP de situaciones de SEAH y de represalias (p. ej., incluir una política de protección de denunciantes).
    • Ser sensibles con respecto a la desigualdad de género y los desequilibrios de poder, ser inclusivos y asegurarse explícitamente de que se tengan en cuenta las perspectivas de aquellos que se encuentran en un nivel de riesgo mayor, y de que el personal pueda y esté dispuesto a alzar la voz cuando eso no se logre.
    • Estar sustentadas por asesoramiento y formación técnicos con el fin de apoyar al personal en su implementación.
    • Incorporar un plan de trabajo con recursos adecuados para fortalecer el enfoque de la organización hacia la PSEAH y garantizar que esto se aplique de una manera eficaz y sea supervisado por la alta gerencia.
    • Alinearse con este enfoque común y con cualquier orientación o estándar operativo mínimo actual pertinente a su sector u organización (p. ej., IASC, CHS, CAD)
  • Impartir una capacitación de actualización inicial y regular a todos los individuos que trabajen en nombre de la organización relacionada con las políticas de PSEAH, el código de conducta y las orientaciones. La formación debería estar en consonancia con la igualdad de género y los derechos humanos y se debería adaptar a los contextos locales cuando sea apropiado mediante el uso de los idiomas locales.
  • Adoptar medidas para garantizar que las políticas, las orientaciones y la formación de PSEAH se implementen a lo largo de toda la organización ―en las sedes centrales y en las oficinas regionales, locales y de los países―, que todo el personal desplegado en el extranjero y aquellos que llevan a cabo visitas de campo reciban formación sobre la PSEAH y que los equipos locales incorporen a personal con habilidades y conocimientos relativos a la PSEAH.
  • Cumplir las leyes locales para prevenir y responder a la SEAH y, cuando se produzcan incoherencias entre esas leyes y las normas internacionales sobre la PSEAH y/o las leyes de derechos humanos, decidir cuál es la mejor manera de gestionar el riesgo generado por esas incoherencias.
  • A la hora de realizar intervenciones HDP en los países, tener en cuenta cómo apoyar y aprender de los esfuerzos de los Gobiernos anfitriones para fortalecer las leyes y las políticas de prevención y respuesta a la SEAH.
  • Cuando sea pertinente, alentar a los Gobiernos anfitriones a adoptar, enmendar o ejecutar sus leyes de conformidad con los convenios y las normas globales pertinentes.
  • Contribuir al desarrollo de análisis comparativos de buenas prácticas en organizaciones a través de mecanismos conjuntos (como MOPAN [Red de Evaluación del Desempeño de las Organizaciones Multilaterales], la CHS Alliance y el Comité de Ayuda al Desarrollo de la OCDE).

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Asegurarse de que todo el personal haya recibido formación relativa a la PSEAH que incluya concienciarles de su poder y de los riesgos de SEAH asociados, además de cómo denunciar en sus respectivas ubicaciones.
  • Garantizar que los socios encargados de la implementación tengan claras las expectativas relacionadas con las normas de conducta y la denuncia de la SEAH. Asegurarse de que estas se expongan de una manera clara y coherente en todos los acuerdos de financiación y requisitos de notificación, incluidos los que conciernen a los contratistas, y evaluar la eficacia en relación con los estándares de PSEAH en las evaluaciones de la ejecución.
  • Evaluar la capacidad de los socios implementadores de cumplir los estándares de PSEAH y de identificar y gestionar el riesgo de SEAH.
  • En el caso de que los socios implementadores necesiten desarrollar capacidades para satisfacer los estándares exigidos, ofrecerles capacitación o dirigirlos a materiales aptos o facilitarles recursos adicionales.

Algunos ejemplos de recursos incluyen el Centro de recursos y apoyo para la salvaguardia, DignaPortal de socios de la ONU

 

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2. LIDERAZGO: incorporar y dar prioridad a una cultura de tolerancia cero hacia la inacción

  1. Los líderes deben mostrar un compromiso claro y visible con la tolerancia cero hacia la inacción frente a la SEAH. Algunas maneras de hacer esto incluyen nombrar a un defensor sénior de la PSEAH, enfatizar regularmente al personal y a los compañeros la importancia de adoptar medidas para prevenir la SEAH y responder a ella, llevar a cabo formaciones para reconocer y abordar los desequilibrios de poder, y fomentar una cultura y un entorno de trabajo inclusivos y respetuosos donde el personal y las comunidades puedan plantear sus inquietudes.
  2. Los líderes deberían asignar suficientes recursos para prevenir la SEAH y responder a ella. Se necesitan recursos humanos, técnicos y financieros adecuados para implementar políticas de PSEAH, tanto en el ámbito de las actividades principales como para trabajos específicos (proyectos/programas, etc.). Es preciso asignar a personal central especializado en la PSEAH que asuma una responsabilidad general con respecto al desarrollo y la implementación de políticas y actividades de PSEAH, así como crear redes de defensores de la PSEAH cualificados o puntos de referencia.
  3. Los líderes deberían evaluar y monitorizar regularmente la implementación y el impacto de los esfuerzos para prevenir la SEAH y responder a ella. El número de casos, las evaluaciones de riesgo de SEAH, las encuestas, las discusiones con el personal y las tasas de finalización de la capacitación, junto con la supervisión rutinaria, pueden contribuir a supervisar la cultura y la capacidad de PSEAH.
  4. Los líderes deberían establecer e incentivar responsabilidades claras en relación con la PSEAH. Deberían incluirse responsabilidades específicas relativas a la PSEAH en las descripciones de trabajos y los objetivos de desempeño pertinentes, incluidos los de los gerentes de alto nivel. Es necesario controlar la consecución de los objetivos de PSEAH en las evaluaciones del desempeño.
 

Esto significa que:

Todas las personas deberían:

  • Demostrar un compromiso personal y una tolerancia cero hacia la SEAH, comportándose de una manera respetuosa y conforme a los principios de PSEAH.
  • Ayudar a crear y mantener un entorno de prevención, denuncia y respuesta a la SEAH.
  • Garantizar que se dé prioridad a las medidas de PSEAH y que estas se apliquen dentro de su área de responsabilidad.
  • Los líderes tienen la especial responsabilidad de demostrar una tolerancia cero hacia la inacción relativa a la SEAH, poniendo de relieve regularmente ante el personal y los homólogos la importancia de la PSEAH, integrando los esfuerzos de PSEAH e incentivando un entorno donde el personal y las comunidades se sientan capaces de discutir el tema y de expresar sus inquietudes. Los líderes deberían tener claro que las denuncias de SEAH son un indicador de que los sistemas están funcionando y de que estas se aceptan favorablemente.
  • Asimismo, los líderes deberían buscar formaciones (p. ej., sobre sesgos inconscientes y dinámicas de poder) para asegurarse de estar al corriente de su poder y no abusar de él.

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las ONGI, las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores HDP deberían hacer lo siguiente:

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Trabajar en cooperación con otros líderes para transmitir un mensaje coherente de que la SEAH está prohibida y de que existe una tolerancia cero hacia la inacción relativa a la SEAH.
  • Colaborar para evaluar el riesgo, diseñar e implementar estrategias eficaces de PSEAH, compartir las buenas prácticas y el aprendizaje, además de compartir información de una manera prudente y segura.
  • Asegurarse de poner en marcha rápidamente a personal especializado en la PSEAH cuando surjan nuevas crisis.
  • Priorizar la dotación de recursos para la PSEAH en aquellas ubicaciones donde los trabajadores del sector humanitario, de desarrollo y de paz mantienen un contacto directo con las comunidades locales.

Los donantes, las organizaciones multilaterales y otras organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Siempre que sea posible, proporcionar financiación y/o asistencia técnica para ayudar a los Gobiernos a abordar y prevenir la SEAH, y prestar apoyo a los servicios de Violencia basada en el género (VBG) y Protección de menores para contribuir a la respuesta.
    • ej., las Instituciones Financieras Multilaterales podrían facilitar apoyo financiero a los Gobiernos como parte de sus actividades crediticias para mejorar sus enfoques hacia la PSEAH.

Las organizaciones: los líderes de las agencias donantes, las instituciones multilaterales, las ONG, las organizaciones y fundaciones del sector privado que trabajan en el sector humanitario, de desarrollo y de paz deberían hacer lo siguiente:

  • Establecer prioridades con respecto a los recursos financieros, técnicos y humanos para abordar la SEAH que sean proporcionales al tamaño de la organización y a los riesgos de SEAH a los que esta se enfrenta.
    • Cuando sea pertinente, los equipos directivos sénior en las operaciones sobre el terreno deberían elaborar un plan de actuación anual con recursos suficientes para prevenir la SEAH y monitorizar el progreso y los riesgos.
  • Poner de relieve regularmente la importancia de la PSEAH ante el personal y los homólogos e incentivar a los responsables y al personal para que se conviertan en defensores de los principios de PSEAH e implementen los enfoques de PSEAH. El RSH ofrece orientación sobre los principios básicos de salvaguardia para ayudar a las organizaciones a hacer esto.
  • Responsabilizarse a sí mismos y a los gerentes sénior de implementar y ser modelos a seguir en los enfoques relativos a la PSEAH, y de crear un entorno laboral interno y externo donde no se tolere la SEAH:
    • ej., al menos un alto dirigente debería actuar como defensor de la PSEAH. Las juntas o los gerentes sénior deberían discutir los enfoques hacia la PSEAH, las políticas, la exposición al riesgo y el número de casos y su gestión en sus respectivas instituciones al menos una vez al año para garantizar una supervisión eficaz y cerciorarse de que las reclamaciones y los casos potenciales de SEAH se tomen en serio y se actúe al respecto.
  • Asegurarse de que se incluyan responsabilidades específicas relativas a la PSEAH en las descripciones de trabajos y las evaluaciones del desempeño, incluidas las de los gerentes sénior. Los líderes que no contribuyan o que menoscaben una cultura segura, abierta e inclusiva de tolerancia cero hacia la SEAH deberían rendir cuentas.
  • Crear y cubrir uno o más puestos de trabajo clave en las sedes oficiales, las unidades de negocio o las oficinas del extranjero según proceda, para que actúen como puntos de referencia en relación con la PSEAH y lideren, coordinen y actúen como defensores de las labores de PSEAH. Considerar uno o más puntos de contacto específicos para las víctimas supervivientes. Garantizar la presencia de un grupo diverso y representativo de defensores a lo largo de distintos niveles y equipos.
  • Proporcionar formación y asistencia a los defensores de la PSEAH asignados o a los puntos de referencia que puedan implementar los enfoques hacia la PSEAH de una manera clara e imparcial, para que puedan informar acerca del progreso a las partes interesadas internas y externas pertinentes. Los propios líderes también deberían recibir formación sobre la PSEAH, así como sobre otros temas, como los sesgos inconscientes y las dinámicas de poder, para asegurarse de no abusar de su propio poder.
  • Transmitir mensajes regulares al personal y a los socios para hacer hincapié en la importancia de la PSEAH y en su relevancia para el liderazgo. Fomentar un diálogo y un aprendizaje honestos y transparentes sobre la SEAH, además de revisiones regulares de las estrategias, las políticas y los programas y/o reflexiones posteriores a las actuaciones sobre las prácticas y las políticas.
  • Crear una cultura organizativa que se comprometa a entender las cuestiones relativas al poder y los privilegios que hacen posible los abusos de autoridad, como el acoso sexual dentro de la organización, y donde el personal tenga la oportunidad de discutir y cuestionar los desequilibrios de poder, las actitudes, los comportamientos y las prácticas que sustentan a la SEAH, así como de expresar sus inquietudes. Ejemplos de materiales de formación sobre la cultura de las organizaciones:
  • Fomentar entornos de trabajo inclusivos y no discriminatorios donde exista la equidad de género, entre otras cosas, aplicando políticas y prácticas que aborden los temas de la diversidad, incluida la diversidad de géneros.
  • Promover la diversidad y la inclusión, lo cual incluye contratar a un mayor número de mujeres y de personal perteneciente a minorías étnicas para desempeñar altos cargos, con el fin de cuestionar y superar las actitudes y culturas discriminatorias que hacen posible que se perpetúen la explotación, el abuso y el acoso sexuales.

Para la ONU únicamente:

  • Los representantes de las operaciones de paz, asistencia sobre el terreno y asuntos políticos deberían desarrollar un programa de visitas no anunciadas a misiones de campo para supervisar el progreso en materia de PSEAH.

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Asumir la responsabilidad de asegurarse de que se tenga en cuenta el riesgo de SEAH y de que se realice un seguimiento de este en todas las fases, incluidos el diseño, la contratación, la ejecución, la monitorización y el cierre.
  • Cerciorarse de que todas las personas y organizaciones implicadas en la ejecución tengan acceso a información/formación para entender la SEAH, estén al corriente de sus responsabilidades de PSEAH y contribuyan a la creación de un entorno de trabajo inclusivo donde todos los participantes en el proyecto se sientan capaces de expresar sus inquietudes.
  • Tener como objetivo la diversidad en los cargos de gestión y ejecución de proyectos, incluyendo a más mujeres en cargos de toma de decisiones, con el fin de que resulte más difícil que se produzcan casos de SEAH o que estos pasen inadvertidos.
  • Asegurarse de que la PSEAH se presupueste de una manera adecuada en el proyecto/programa, mediante la incorporación de costes adicionales para las medidas relativas a la PSEAH en el presupuesto cuando los recursos disponibles o previstos parezcan insuficientes para controlar el riesgo probable. Tener en cuenta los fondos de contingencia cuando se produzcan incidentes.
  • Garantizar que los recursos para las actividades de PSEAH lleguen a todos los socios implementadores que participan en la ejecución del programa.

Incluir financiación y/o abogar por fortalecer de una manera proactiva los servicios locales existentes en las ubicaciones de sus programas, como los proveedores de servicios para la lucha contra la violencia de género y la protección de menores, a los que se puede recurrir en caso de producirse casos de SEAH.

 

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3. COMUNICACIÓN: consultar, informar y coordinarse con las comunidades afectadas y los socios.

  1. Consultar a las personas y comunidades locales. Colaborar con los habitantes locales cuya situación los hace más vulnerables a la SEAH y, en la medida de lo posible, con las víctimas supervivientes, además de escucharlos y utilizar sus conocimientos a la hora de diseñar los enfoques, los proyectos/programas y los mecanismos de denuncia relativos a la PSEAH.
  2. Empoderar a las comunidades locales. Interactuar con la sociedad civil, incluidos los grupos de mujeres y derechos humanos y las instituciones nacionales de derechos humanos, con el fin de garantizar que las personas que entren en contacto con los proyectos/programas y las operaciones sepan qué estándares de comportamiento relativos a la SEAH pueden esperar, cómo presentar denuncias, qué ocurrirá si presentan una denuncia, cuáles son sus derechos y qué ayuda tienen a su disposición. Hacerlo de una manera que tenga en cuenta el contexto local y las culturas y que sea accesible para la mayor cantidad posible de personas.
  3. Colaborar y coordinarse con socios y homólogos, y procurar el aprendizaje y las mejores prácticas con el fin de reforzar los enfoques hacia la PSEAH y de alinearse con ellos. Involucrarse en las redes y los esfuerzos de coordinación de la PSEAH y utilizar los recursos para que los enfoques hacia la PSEAH sean más eficaces, aprovechando cuando sea posible las estructuras existentes para rendir cuentas ante las poblaciones afectadas, prevenir la violencia de género y responder a ella.
 

Esto significa que:

Todas las personas deberían:

  • Aumentar la concienciación sobre los principios de PSEAH y su código de conducta en su colaboración y coordinación con compañeros, socios implementadores, personas y comunidades, y contribuir a garantizar que estos se cumplan en su área de responsabilidad.
  • Interactuar con los puntos de referencia, los defensores o las redes locales de PSEAH y apoyarlos (o, como mínimo, tener constancia de estos) en sus esfuerzos por liderar, coordinar y defender las labores de PSEAH.
  • Escuchar y dar respuesta a comentarios y preocupaciones.

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las ONGI, las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores HDP deberían hacer lo siguiente:

  • Comunicar de una manera clara y coherente la tolerancia cero hacia la inacción relativa a la SEAH.
  • Dar apoyo a las labores interinstitucionales a lo largo del sector humanitario, de desarrollo y de paz y participar en ellas para consolidar aspectos de la PSEAH que podrían beneficiarse de una mayor coherencia (p. ej., los enfoques centrados en las víctimas supervivientes).
  • Respaldar el diálogo, la colaboración y la participación en la coordinación y los grupos de trabajo de PSEAH con el propósito de fortalecer y alinear sus enfoques en la medida de lo posible, compartiendo prácticas y aprendizajes con las organizaciones afines.
  • Apoyar los esfuerzos por avanzar hacia un modelo de financiación más coherente, eficaz y sostenible y participar en ellos con el fin de respaldar y fomentar los esfuerzos de coordinación y las herramientas de PSEAH, tanto a nivel global como de las personas que trabajan con las comunidades. Por ejemplo:

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Llevar a cabo evaluaciones de SEAH a nivel nacional y crear planes de país/actuación frente a la SEAH (o incluir actuaciones de PSEAH en sus estrategias o planes de país) que promuevan la colaboración, la coherencia en los mensajes y la eficiencia, incluso en la respuesta ante emergencias. En el caso de la ONU, los planes de actuación por país desarrollados bajo la autoridad de Residentes o Coordinadores humanitarios y las evaluaciones de riesgo a nivel de país se centran habitualmente en la PSEA.
  • Apoyar a las redes de PSEAH del país e interactuar con ellas con el fin de compartir de una manera segura y prudente la información relativa a la PSEAH (p. ej., sobre los enfoques, las evaluaciones de riesgo, los mecanismos de denuncia nacionales y comunitarios y la formación) con sus socios implementadores y otras organizaciones pertinentes para ayudar a mejorar las labores de PSEAH.
  • Respaldar, aprovechar y fortalecer las estructuras de rendición de cuentas ante las poblaciones afectadas, prevenir la violencia de género y responder a ella, y empoderar a las comunidades locales, las personas afectadas y otros individuos que puedan entrar en contacto con los programas y las operaciones HDP, además de interactuar con estos.
    • Los procesos de consulta deberían ser robustos e incluir a las voces locales, respetando el llamamiento a la descolonización y la colaboración auténtica bajo el lema «nada para nosotros sin nosotros». Esto incluye a las comunidades que se encuentran en primera línea, que a menudo son las más vulnerables a la explotación y el abuso, teniendo en cuenta que muchas veces ese público no tiene acceso a las consultas en línea.
    • Los procesos y enfoques consultivos relativos a la PSEAH también deberían considerar la interseccionalidad y ser inclusivos con respecto a las discapacidades. Cuando existan requisitos de accesibilidad, estos deberían cumplirse siempre que sea posible.
    • Este webinario del RSH sobre las Comunicaciones Contextuales para la Salvaguardia trata sobre cómo adaptar las comunicaciones relativas a la SEAH a los contextos e idiomas locales.
  • Trabajar juntos para identificar, reforzar y mejorar los canales de denuncia actuales y garantizar que existan mecanismos de denuncia comunitarios robustos (para la ONU, los procedimientos de derivación de SEA interinstitucionales), con el objetivo de que las denuncias se transmitan rápidamente a la organización adecuada y de acelerar la derivación de las víctimas supervivientes utilizando las vías de remisión existentes.
  • Interactuar con las instituciones nacionales de derechos humanos y los grupos de mujeres y derechos humanos en relación con los enfoques hacia la PSEAH durante la revisión de las leyes y las políticas pertinentes.
  • Los Gobiernos que aportan contingentes militares y policiales para las operaciones de mantenimiento de la paz deberían colaborar con otros actores humanitarios, de desarrollo y de paz en el país para prevenir y responder a la SEAH de una manera proactiva.

Para la ONU únicamente:

  • Las misiones de la ONU también deberían nombrar y financiar a un coordinador de PSEA/punto de referencia que pueda respaldar a la alta dirección local en el desarrollo y la implementación de una estrategia de PSEA en el país y establecer una red de PSEA entre los interlocutores. Los Gobiernos anfitriones, los donantes y otras organizaciones deberían apoyar esta labor y tratar de unirse y participar en las redes interinstitucionales de PSEA o en otras redes nacionales especializadas en la PSEAH.

Las organizaciones: los donantes, las instituciones multilaterales, las ONG, el sector privado y las fundaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Reunirse con las víctimas supervivientes y escucharlas directamente (cuando esto se pueda hacer de forma empática y utilizando a personal que cuente con una formación específica), así como con sus representantes y con las organizaciones locales de mujeres, además de consultar con ellos los enfoques de la organización hacia la PSEAH y los mecanismos de denuncia.
    • El código de Murad ofrece directrices relativas al contacto con las víctimas supervivientes de la violencia sexual relacionada con los conflictos, con principios pertinentes a la implicación en la PSEAH.
  • Comunicar información sobre la PSEAH a las comunidades locales, los afectados y otras personas que puedan entrar en contacto con los programas y las operaciones de la organización para que sepan qué estándares de comportamiento pueden esperar, cómo presentar denuncias, qué ocurrirá si interponen una denuncia, cuáles son sus derechos y qué asistencia tienen a su disposición. Hacerlo de una manera que tenga en cuenta el contexto y las culturas locales.
  • Participar en los mecanismos de coordinación existentes o al menos estar al corriente de ellos (por ejemplo, las redes de PSEA, los subgrupos y subsectores de VBG y protección de menores, los organismos globales o regionales, el IASC, el grupo de trabajo de la SEA, los foros de las ONG, etc.) y trabajar con los homólogos y socios para encontrar maneras de compartir la información, los recursos y las herramientas relativas a la PSEAH de una manera adecuada para lograr que los enfoques hacia la PSEAH sean más eficaces.
  • Coordinarse con los homólogos para optimizar las peticiones de los socios implementadores siempre que sea posible. Por ejemplo, utilizar los principios y las actuaciones del CAPSEAH para armonizar las expectativas y crear mensajes compartidos que mejoren la coordinación y la coherencia con el objetivo de ayudar a los socios a prevenir y notificar los casos de SEAH, además de consultar a las personas y comunidades afectadas de una manera más coordinada.
  • Colaborar estrechamente con los sectores/grupos de VBG y protección de menores para garantizar una derivación rápida de los supervivientes utilizando las vías de derivación existentes.

Para la ONU únicamente:

  • Cuando se produzca un caso de SEA relacionado con el personal de la ONU o con personal asociado, utilizar a los Funcionarios de la Defensoría de los Derechos de las Víctimas (en su caso) como punto de contacto principal de las víctimas y asegurarse de que el apoyo a las víctimas de las Naciones Unidas incorpore enfoques no discriminatorios centrados en las víctimas y adecuados al género y a los niños.
  • Los Equipos de Conducta y Disciplina gestionan los asuntos relativos al acoso sexual en entornos de misión.

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Cerciorarse de clarificar las expectativas sobre la PSEAH a los socios implementadores, que se incluirán en los contratos y acuerdos de financiación, y que se monitorizarán como parte de la ejecución del desempeño.
  • Garantizar que existan mecanismos de gobernanza y coordinación que impliquen a todos los socios en la cadena de ejecución de proyectos, y que la gestión y la respuesta ante el riesgo de SEAH se incorporen a esos mecanismos.
  • Facilitar información sobre los comportamientos que se esperan del personal en relación con la PSEAH y los compromisos de PSEAH de la organización con las comunidades, los afectados y otras personas que puedan entrar en contacto con el proyecto o el programa, de manera que comprendan sus derechos y prerrogativas.
    • Asegurarse de que las comunicaciones sean accesibles para todos (p. ej., colaborar con los grupos marginados, facilitar herramientas simplificadas y realizar ajustes para personas con discapacidades, como reservar servicios de lenguaje de signos, intérpretes o intérpretes de voz a texto para eventos comunitarios, realizar reservas, preparar salas de conferencias con un bucle de audición o imprimir materiales en letra normal, letra grande y braille).
    • Cuando las organizaciones trabajen con niños, incluidos niños con discapacidades, es importante que la comunicación se dirija a ayudar, tanto a los niños como a sus progenitores/tutores, a entender cuáles son sus derechos y cómo pueden presentar denuncias.
  • Consultar de una manera segura a las personas y comunidades a quienes ayudará el proyecto durante la fase de diseño para entender los contextos locales e interactuar con las comunidades regularmente para reforzar unos mecanismos de denuncia, detección y rendición de cuentas eficaces a través de la ejecución de los proyectos, incluidos los mecanismos de recepción de información y denuncia.
  • Investigar quién más está implementando programas en la misma área y determinar qué riesgos y servicios de respuesta a la SEAH existen.

Cuando sea seguro hacerlo, compartir con otras personas información pertinente sobre las partes interesadas relacionada con los riesgos de SEAH identificados o las lecciones aprendidas durante la ejecución.

 

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4. PREVENCIÓN: evaluar el riesgo de SEAH y adoptar medidas para evitar la SEAH en todas las actividades

  1. Integrar la protección frente a la SEAH. Incorporar las medidas de PSEAH (formación, gestión del riesgo, diligencia debida, denuncia, detección y verificación) a la cultura, el diseño y la gestión de oficinas, operaciones, proyectos/programas y misiones.
  2. Entender, reducir y gestionar el riesgo de SEAH. Valorar y controlar los riesgos de SEAH regularmente mediante un entendimiento del contexto local o del entorno de trabajo, así como de las vulnerabilidades y necesidades específicas de los grupos afectados. Utilizar la formación especializada y la sensibilización (p. ej., sobre los desequilibrios de poder y la concienciación sobre la PSEAH) para disminuir el riesgo de que se produzcan comportamientos inapropiados. Utilizar las evaluaciones para emprender actuaciones que se revisen de manera regular, con pruebas de cómo se están implementando los cambios en los programas y las operaciones.
  3. Hacer partícipes a las comunidades afectadas en el diseño de mecanismos de prevención y denuncia de la SEAH. Asegurarse de que las personas con mayor riesgo de sufrir SEAH, las comunidades afectadas y otras personas que están en contacto con proyectos/programas puedan plantear los riesgos de SEAH a los cuales se enfrentan y contribuir al diseño de las estrategias de prevención y mitigación del riesgo. Entender y apoyar los esfuerzos más amplios para abordar la desigualdad de género, la violencia de género y otros desequilibrios de poder que hacen que la SEAH se produzca en un contexto específico.
  4. Utilizar programas de investigación y procesos de selección apropiados para evitar la contratación de perpetradores de la SEAH. Por ejemplo, llevar a cabo comprobaciones previas al empleo, como el uso de referencias, y utilizar herramientas como el Misconduct Disclosure Scheme (programa de divulgación de conductas indebidas) y la plataforma ClearCheck (para la ONU).
 

Esto significa que:

Todas las personas deberían:

  • Asegurarse de seguir el código de conducta de su organización y tratar con respeto a los colegas, tanto si pertenecen a la organización como si no, así como a todas las personas con quienes entren en contacto durante el transcurso de su trabajo.
  • Evaluar y entender el riesgo de SEAH en su área de responsabilidad y contribuir a garantizar que se cuente con mitigaciones adecuadas.
  • Proporcionar información oportuna y precisa sobre su identidad, sus antecedentes laborales y su conducta anterior en el trabajo durante los procesos de selección e investigación.
  • Cerciorarse de que todos los nuevos empleados o socios que prestan servicios a quienes gestionan o supervisan en su área de trabajo reciban una copia de los principios de PSEAH y del código de conducta, de que asistan a la formación obligatoria, se tomen en serio el riesgo de SEAH y sepan cómo expresar sus inquietudes y transmitir los riesgos a instancias superiores.

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las ONGI, las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores HDP deberían hacer lo siguiente: 

  • Alinearse con los principios del CAPSEAH en su colaboración con los socios internacionales. 
  • Utilizar las iniciativas internacionales para las evaluaciones del riesgo y colaborar en las evaluaciones de riesgo y de diligencia debida siempre que sea posible.

Ejemplos 

  • La ONU y los donantes pueden utilizar el Índice de la Visión General sobre los Riesgos de SEA para entender el riesgo de SEA, priorizar los temas y los países que son motivo de preocupación y hacer un uso de los recursos lo más estratégico posible.
  • Se invita a las instituciones multilaterales y los Gobiernos donantes a respaldar la evaluación conjunta del desempeño de las instituciones multilaterales con respecto a los estándares de PSEAH de la Red de Evaluación del Desempeño de las Organizaciones Multilaterales (MOPAN, por sus siglas en inglés). Las partes interesadas de las organizaciones deberían utilizar esas evaluaciones para interactuar con las organizaciones con el fin de prestar asistencia en lo referente a los esfuerzos de PSEAH.
  • Las ONG deben esforzarse por cumplir las Normas Humanitarias Esenciales del Índice de PSEAH y procurar una verificación independiente de esto, por ejemplo, a través de la Iniciativa de aseguramiento de la calidad humanitaria (HQAI, por sus siglas en inglés). Los donantes pueden apoyar a las HQAI y aprovechar esas valoraciones en sus propias evaluaciones de diligencia debida con el fin de mejorar su propia productividad y la de sus socios.
  • Dar prioridad a los recursos para la prevención de la SEAH, y asegurarse de que sean proporcionales al riesgo evaluado, teniendo en cuenta que es muy probable que las medidas para prevenir la SEAH sean más eficientes y aporten una mejor relación calidad-precio que el coste de responder a los incidentes. 
  • Evitar que se contrate de manera inadvertida a perpetradores de la SEAH mediante el uso de sistemas como ClearCheck, el Misconduct Disclosure Scheme (programa de divulgación de conductas indebidas)el Proyecto Soteria, y el Disclosure and Barring Service (servicio de divulgación y restricción) para contribuir a generar y compartir información sobre los empleados que cometen actos de SEAH con otras organizaciones pertinentes. 
  • La ONU, en colaboración con los Estados miembros, debe actuar de una manera proactiva a la hora de investigar a todo el personal que participa en operaciones de paz de la ONU, con el objetivo de garantizar que en su anterior historial no conste ninguna conducta indebida, incluida la SEAH. Los países que aportan contingentes militares y policiales deben certificar que las personas que han sido desplegadas no hayan cometido violaciones de la ley de derechos humanos o de las leyes humanitarias internacionales (o que no exista ninguna alegación de haberlas cometido), o que no hayan sido repatriadas desde una operación de la ONU por motivos disciplinarios. Deberán proporcionar una lista completa de las tropas al Servicio de Conducta y Disciplina de la ONU para que pueda llevarse a cabo una investigación.

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

 

  • Tener claro que no se tolerará la SEAH en las labores HDP que se lleven a cabo en el país.
  • Entender el contexto local, los factores que afectan al riesgo de SEAH en un país, región, ubicación o sector específico, así como las vulnerabilidades y necesidades particulares de distintos grupos, y crear respuestas adaptadas adecuadas.
    • Actualmente, Empowered Aid ofrece Guías de recomendaciones para los sectores de Alimentos, Refugio, Efectivo, Combustible y Leña y WASH (agua, saneamiento e higiene) en inglés,español, francés y árabe.
    • Consulte la [Biblioteca de Recursos] para obtener más información sobre cómo abordar vulnerabilidades específicas, como LGBT+, discapacidades o asuntos relativos a la protección de menores.
  • Promover la presencia de puntos de referencia designados o defensores de la lucha contra la PSEAH en los ministerios y distritos gubernamentales.
  • Fomentar la gestión del riesgo, en consulta con las partes interesadas clave, por ejemplo, llevando a cabo evaluaciones del riesgo regulares, desarrollando y dotando de recursos a los planes de mitigación del riesgo, además de monitorizar la implementación de los planes de mitigación.
    • El Centro de recursos y apoyo (RSH) dispone de una amplia variedad de recursos que pueden ayudarle a reflexionar, evaluar y gestionar el riesgo de SEAH.
    • El IASC dispone de una nota técnica sobre cómo llevar a cabo evaluaciones conjuntas del riesgo de SEA haciendo partícipes a todos los actores del contexto/país.
  • Siempre que sea posible, financiar o dar apoyo a los proyectos para aumentar la igualdad de género y abordar los desequilibrios de poder entre los distintos géneros y otros grupos de personas que hacen que la SEAH ocurra con mayor facilidad.
  • Pensar en cómo integrar la concienciación y la prevención relativa a la SEAH en los servicios públicos del país. Por ejemplo, la formación relativa a la protección frente a la SEAH podría incluirse en los centros de formación de docentes para que los maestros estén al corriente de los estándares de conducta que se esperan de ellos, para que luego ellos puedan enseñar a los niños, con el objetivo de generar concienciación a una edad temprana.
  • Utilizar los sistemas nacionales de comprobación de antecedentes para investigar a empleados actuales y potenciales en relación con actos de SEAH en el pasado, haciendo uso a la vez de las herramientas internacionales.
  • Aumentar el número de mujeres con los requisitos y la experiencia necesarios en cargos clave como, por ejemplo, altos dirigentes y personal de mantenimiento de la paz.
    • El propósito del Elsie Initiative Fund (Fondo de la Iniciativa Elsie)para Mujeres Uniformadas en las Operaciones de Paz consiste en «apoyar e incentivar los esfuerzos para incrementar una participación significativa de las mujeres uniformadas en las operaciones de paz de las Naciones Unidas».
  • Los países que aportan contingentes militares o policiales para el mantenimiento de la paz deberían hacer lo siguiente:
    • Utilizar el Manual de Gestión del Riesgo de SEA en las Operaciones de Paz de la ONU para identificar, evaluar, tratar y supervisar los riesgos relacionados con la SEA.
    • Ofrecer formación obligatoria a todo el personal, tanto uniformado como civil, sobre la PSEAH antes del despliegue (el Centro de recursos para el mantenimiento de la paz de la ONU cuenta con materiales de formación).
    • Exigir al personal de las bases de campo de la ONU que lleve encima la tarjeta «No hay excusa» traducida a los idiomas de las tropas/el personal policial y de las comunidades locales, donde se reiteran las reglas y cómo denunciar las alegaciones de SEA.
    • Intentar desplegar a comandantes, incluidas las mujeres, que tengan experiencia en el mantenimiento de la paz y enviar unidades consolidadas a las operaciones de mantenimiento de la paz, puesto que habitualmente están mejor gestionadas y son más disciplinadas.
    • Asignar específicamente a los gerentes civiles y comandantes militares la tarea de desarrollar y/o implementar políticas de PSEAH y evaluar su desempeño en ese ámbito.
    • Recompensar a aquellos que lo hagan y retirar a quienes no lo hagan de las funciones de gestión y mando.
    • Prestar una especial atención a la supervisión de las unidades de compañía y unidades nacionales de menor tamaño desplegadas en áreas de misión remotas.
    • Mejorar las condiciones de vida de las tropas, por ejemplo, proporcionándoles instalaciones de recreo y facilitando el contacto con familiares y amigos mediante servicios de Internet gratuitos, ofreciéndoles periodos regulares de descanso y relajación, etc.

Las organizaciones (donantes, instituciones multilaterales, ONG, el sector privado) deberían hacer lo siguiente:

  • Establecer puntos de referencia designados o defensores de la PSEAH (en cada región o distrito, en la medida de lo posible) que lleven a cabo una formación profesional mejorada y que puedan proporcionar orientación sobre las medidas de prevención y gestión del riesgo de la SEAH. La PSEAH continúa siendo responsabilidad de todos. Los puntos de referencia proporcionan apoyo.
  • Incluir expectativas sobre la conducta y los requisitos relativos a la PSEAH en los anuncios de trabajo pertinentes e incluir preguntas de detección en las entrevistas relacionadas con la PSEAH para cargos relevantes, por ejemplo, cuando el personal trabaje con niños o en programas con riesgos elevados de SEAH.
  • Solicitar referencias y llevar a cabo investigaciones, por ejemplo, comprobando los antecedentes penales durante los procesos de selección, para evitar la contratación o recontratación de perpetradores de manera inadvertida. Incluir medidas de control relacionadas con el matrimonio infantil.
  • Utilizar los periodos de prueba del personal nuevo para identificar riesgos que quizá no hayan surgido durante el periodo de contratación y realizar un seguimiento del comportamiento una vez que hayan asumido su cargo a través de procesos de evaluación del desempeño. Valorar a los denunciantes como parte de estos procesos.
  • Destacar la SEAH como una categoría de riesgo específica en las herramientas de gestión del riesgo de la organización. Permanecer alerta frente al riesgo de SEAH, especialmente el acoso sexual, dentro de la organización, así como en la ejecución organizativa.

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Cerciorarse de que se tengan en cuenta los riesgos y las vulnerabilidades relativas a la SEAH y las necesidades de los distintos grupos en todas las fases, incluidos el diseño, la contratación, la ejecución, el control y el cierre, y valorar cómo el personal del proyecto en distintas funciones podría acabar implicado en actos de SEAH. Las evaluaciones del riesgo deberían estar lideradas por personal local que muy probablemente posee más conocimientos sobre el contexto (o, como mínimo, se debería incluir a estas personas).
  • Considerar la SEAH como una categoría de riesgo específica y garantizar que se revisen regularmente y de una manera proactiva los riesgos de SEAH, además de discutirlos, responder a ellos y derivarlos a una instancia superior en caso necesario. Si se utilizan herramientas de tolerancia al riesgo, establecer una preferencia de salvaguardia contra la SEAH y revisarla de manera regular.
    • Cuando sea pertinente y factible, utilizar enfoques participativos que consideren a las comunidades afectadas como expertos en su propia mitigación del riesgo, y ofrecerles un papel en el diseño de estrategias de PSEAH que sean relevantes en función del contexto. Consultar las herramientas y los recursos de Empowered Aid para obtener directrices sobre el uso de los enfoques participativos hacia la PSEAH.
    • En este artículo, se explica cómo Empowered Aid trabajó con World Vision Jordan para consultar a las niñas y mujeres refugiadas sobre los riesgos relacionados con la SEA a los que se enfrentaron en el campamento de Al-Azraq a la hora de acceder a los servicios y centros de ayuda, y cómo dio con soluciones de bajo coste o gratuitas dirigidas a la mitigación de la SEA y otros riesgos de la violencia basada en el género (VBG) asociados con el acceso a los servicios.
  • Identificar a personas que se encuentran en un riesgo mayor de sufrir SEAH y qué medidas de prevención específicas son necesarias. Planificar y presupuestar adecuadamente esas medidas de prevención y controlar esos riesgos durante la implementación. Aprovechar la experiencia de las comunidades locales.
  • Evaluar las vulnerabilidades y necesidades de los grupos, incluidos mujeres, hombres, niños y adolescentes, de aquellas personas que se encuentran en ubicaciones de difícil acceso y de los grupos en riesgo, como las personas con discapacidades, ancianos, niños y jóvenes, personas aisladas socialmente, hogares encabezados por mujeres, minorías étnicas o lingüísticas y grupos estigmatizados (p. ej., grupos socialmente excluidos, personas con VIH y personas LGBTQI+). Los participantes en proyectos con una supervisión en gran medida remota también pueden correr un riesgo mayor.
  • Hacer uso de todas las herramientas y evidencias disponibles relacionadas con la prevención y la respuesta a la SEAH en las áreas temáticas y/o geográficas relevantes para el trabajo.
  • Identificar cualquier consecuencia potencial o real imprevista relacionada con la SEAH que puedan ocasionar los programas, incluidos los temas relativos a la seguridad, la dignidad, los derechos y la subsistencia, y actuar frente a dichas consecuencias.
  • Establecer asociaciones sólidas para abordar la PSEAH. Esto incluye aplicar una diligencia debida con respecto a la SEAH a todas las organizaciones de los socios que prestan servicios que refleje los estándares de salvaguardia y que garantice la detección y el control de la SEAH en las visitas de campo y las actividades de supervisión.
  • Ser realistas acerca del entorno operativo y las restricciones a las que pueden enfrentarse las personas y las comunidades y adoptar un enfoque de PSEAH centrado en el nivel de riesgo de SEAH. Hacer un seguimiento de la aplicación de las medidas de salvaguardia y ajustar el enfoque en caso necesario.

 

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5. RESPUESTA: fomentar la denuncia, la rendición de cuentas y un enfoque centrado en las víctimas supervivientes 

  1. Establecer, poner a prueba y promover el uso de mecanismos seguros y accesibles para la recepción de denuncias y la detección de inquietudes relativas al personal, las operaciones y los proyectos/programas. Participar en los mecanismos de denuncia comunitarios. Usar encuestas para solicitar opiniones y comentarios y hacer un seguimiento de los niveles de denuncia para comprobar si las personas confían en los mecanismos y los utilizan. El hecho de que haya pocas denuncias no significa necesariamente que existan menos casos. Permanecer atentos a los riesgos de SEAH incluso cuando no haya denuncias.
  2. Ayudar al personal a saber qué hacer en caso de que experimenten, sean testigos o sospechen de incidentes de SEAH. Desarrollar e implementar orientaciones y formación para que el personal sepa cómo identificar la SEAH, y qué hacer en caso de que reciba una denuncia, tenga conocimiento, experimente o sea testigo de algún caso de SEA o SH.
  3. Ayudar a las víctimas supervivientes que denuncien a acceder a asistencia. Asegurarse de que cuentan con el apoyo y los medios para acceder, de una manera segura y confidencial, a servicios de atención de calidad, incluida la asistencia médica, psicosocial y legal. Las víctimas supervivientes tienen derecho a recibir esa asistencia, tanto si deciden participar en una investigación como si no.
  4. Adoptar un enfoque centrado en las víctimas supervivientes hacia las denuncias y las investigaciones. Investigar y dar respuesta a los casos de una manera oportuna, justa, confidencial, segura y considerada que esté basada en la seguridad, las agencias, el consentimiento informado, la dignidad, las necesidades y los derechos de las víctimas supervivientes.
  5. Hacer que las personas rindan cuentas. Adoptar medidas disciplinarias oportunas y apropiadas contra las personas a quienes se declare culpables de un incidente de SEAH o que tomen represalias contra aquellos que han planteado sus preocupaciones o han participado en las investigaciones. Utilizar herramientas de compartición de la información (p. ej., el Misconduct Disclosure Scheme) para evitar que los perpetradores cambien de organización sin ser detectados.
  6. Considerar la rendición de cuentas legal. Cuando los casos se ajusten a la definición de delito o infracción penal, si la víctima superviviente da su consentimiento (o el progenitor/cuidador/tutor en caso de que se trate de un niño, y teniendo en cuenta cualquier requisito legal de denuncia obligatorio) y sea seguro hacerlo, estos deberán derivarse a la jurisdicción o al organismo encargado de la aplicación de la ley apropiados.
 

Esto significa que:

Las personas:

  • Deberían asegurarse de que pueden identificar la SEAH y de saber cómo denunciarla o cómo remitir los casos que les sean comunicados, teniendo en cuenta las necesidades de la víctima superviviente.
  • Deberían actuar inmediatamente cuando surjan sospechas y denuncias de SEAH. Debe denunciarse cualquier conocimiento, preocupación o sospecha de SEAH por parte del personal trabajando en entornos HDP, tanto si pertenece a la misma organización como si no, de conformidad con las políticas, las directrices y los mecanismos de denuncia.
  • Se deben respetar y proteger la confidencialidad, la dignidad y los derechos de todas las personas implicadas en una alegación. Esto incluye a las víctimas supervivientes, los demandantes, los testigos, las personas que comunican incidentes y las personas objeto de denuncias. Nunca deberían producirse represalias contra las personas que expresan sus inquietudes.
  • Los líderes y gerentes deberían fomentar la denuncia y comunicar al personal que se tomarán en serio cualquier denuncia o inquietud relativa a la SEAH y que les darán un seguimiento adecuado y acorde a los procedimientos de su organización. Deberían dejar claro que no se tolerarán las represalias contra ninguna persona que exprese una preocupación.
  • Las víctimas supervivientes deberían esperar lo siguiente:
    • La existencia de mecanismos eficaces, inclusivos, accesibles y seguros de reclamación/ denuncia.
    • Cuando alguien presente una reclamación, deberían respetarse sus derechos; por ejemplo, a que su reclamación se gestione de una manera confidencial con su consentimiento, a recibir información sobre el proceso de investigación, a contar con protección frente a represalias, así como con asistencia y asesoramiento (p. ej., médico, psicológico, financiero y legal básicos).

La ONU ha publicado una declaración sobre los derechos de las víctimas supervivientes de SEA cometida por personal de la ONU o personal asociado

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las ONGI, las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores HDP, deberían hacer lo siguiente:

Además de lo anterior, los países que aportan contingentes militares o policiales para el mantenimiento de la paz y la ONU deberían hacer lo siguiente:

  • Acatar las disposiciones de la resolución 2272 del Consejo de Seguridad de la ONU, que trata sobre la responsabilidad de los países que aportan contingentes militares/policiales en la investigación de las alegaciones de SEA y sobre la rendición de cuentas de su personal.
  • Garantizar que todo el personal de mantenimiento de la paz respete los más elevados estándares de comportamiento y que se comporte de una manera profesional y disciplinada en todo momento.
  • Facilitar el marco legal aplicable a sus contingentes y/o agentes durante el despliegue en misiones de la ONU con el fin de mejorar la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de casos relativos a conductas indebidas.

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Utilizar o, cuando sea necesario, desarrollar o contribuir al desarrollo de mecanismos de denuncia basados en contextos locales y culturales específicos, manteniendo a la vez las normas internacionales de derechos humanos. Los mecanismos deberían ser claros y simples, centrarse en las víctimas supervivientes y estar a disposición de todos los miembros de la comunidad. Utilizar métodos participativos para que las víctimas supervivientes y las comunidades afectadas tengan voz en el diseño de los mecanismos de denuncia y puedan opinar acerca de su eficacia.
    • La información sobre los mecanismos de denuncia debería indicarse y comunicarse claramente en los idiomas locales.
    • Es importante cerciorarse de que esos mecanismos sean accesibles e inclusivos de las discapacidades mediante una consulta a las personas con discapacidades o sus representantes. Por ejemplo, puede resultar de utilidad consultar orientaciones prácticas como las directrices del IASC sobre la inclusión de personas con discapacidades en las actuaciones humanitarias.
    • Es posible que los niños necesiten mecanismos de denuncia especializados.
  • Integrar un enfoque centrado en las víctimas supervivientes y basado en los derechos en los esfuerzos de los Gobiernos y las organizaciones por consolidar las respuestas a la violencia de género y la SEAH a nivel de país, que incluya el fortalecimiento del Estado de derecho y el acceso a la justicia.
  • Entender la legislación nacional del lugar donde se está trabajando y las posibles implicaciones para la denuncia de los casos de SEAH ante las fuerzas policiales nacionales o internacionales.

Para los Gobiernos/Estados únicamente:

  • Intentar garantizar que todas las víctimas supervivientes de la SEAH reciban un apoyo adecuado, incluida asistencia médica, psicosocial, apoyo financiero y legal básicos (p. ej., a través de leyes o políticas que faciliten la prestación de ese tipo de asistencia).
    • Proteger de represalias a las víctimas supervivientes, los denunciantes y las personas que expresan sus inquietudes, incluidos periodistas y cualquier posible testigo.
    • Contar con marcos legislativos que permitan que los perpetradores de la SEAH rindan cuentas, lo cual incluye enjuiciamientos penales que puedan tener lugar de una manera oportuna, justa, confidencial, segura, orientada al tratamiento de los traumas y centrada en las víctimas supervivientes. La prestación de servicios de asistencia y el respeto por los derechos humanos deberían ser aspectos fundamentales a lo largo de todo el proceso.
    • Registrar las actividades delictivas en un registro confidencial de delincuentes sexuales nacionales mantenido por las agencias encargadas de hacer cumplir la ley que los sectores HDP y otros sectores (p. ej., el sector de la educación) puedan utilizar para investigar al personal que trabajará con personas vulnerables.
    • El Proyecto Soteria, gestionado por Interpol, puede ayudar a los Gobiernos a consolidar sus sistemas nacionales para la PSEAH.

Para la ONU únicamente:

  • Las misiones de la ONU en contextos con un riesgo elevado de SEAH deberían considerar la identificación y financiación de un cargo, a nivel de P-5 o superior, que asuma las funciones de defensor de los derechos de las víctimas.

Las organizaciones: los donantes, las instituciones multilaterales, las ONG y el sector privado deberían hacer lo siguiente:

Directrices

  • Desarrollar directrices claras para el personal y los socios implementadores sobre cuándo y cómo denunciar los casos de SEAH, qué hacer si reciben una denuncia o tienen conocimiento de algún caso, y cómo la organización investigará las alegaciones y responderá a ellas.
  • Contar con un proceso documentado de gestión de reclamaciones e investigaciones que establezca las obligaciones de denuncia preceptivas, que se comprometa a mantener informadas a todas las partes implicadas sobre las fechas probables de conclusión de las investigaciones y que incorpore un proceso de apelación abierto a todas las personas involucradas.

Mecanismos de denuncia/reclamación

  • Establecer y mantener uno o más mecanismos para la recepción de alegaciones de SEAH conectadas con el personal o las operaciones de su organización (p. ej., una dirección de correo electrónico, un formulario de denuncia en línea o un número de teléfono). Hacerlos independientes o, en la medida de lo posible, lograr que tengan un grado de independencia con respecto a la organización y la dirección. Asegurarse de que puedan recibir denuncias anónimas y de que sean accesibles para todos.
  • Contemplar la creación de un sistema centralizado para denunciar o gestionar casos, o para agruparlos por regiones, con el fin de generar confianza en las comunidades.
  • Considerar la posibilidad de establecer o participar en mecanismos colaborativos interinstitucionales o comunitarios para las operaciones según sea pertinente (p. ej., mecanismos de respuesta a las denuncias o mecanismos interinstitucionales comunitarios). Consultar a las comunidades sobre estos mecanismos. Asegurarse de que los mecanismos puedan recibir denuncias anónimas y de que estén a disposición de todo el mundo.
  • Ser proactivos a la hora de solicitar opiniones sobre el comportamiento del personal y los socios con el fin de garantizar que la carga de la denuncia no recaiga únicamente sobre las víctimas supervivientes. Por ejemplo:
    • Dejar claro que su organización agradece las opiniones o los comentarios de las personas, las comunidades o las partes interesadas afectadas, y hacer un seguimiento de los comentarios y opiniones recibidos.
    • Solicitar proactivamente comentarios y opiniones sobre el rendimiento del personal o de los socios directamente a las partes interesadas como parte de los procesos de evaluación del desempeño.
  • Desarrollar un sistema de seguimiento de datos y protocolos para compartir/trasladar a una instancia superior los casos para que lleguen a la alta gerencia y a las partes interesadas pertinentes.
  • Comprobar si las personas confían en los mecanismos de denuncia y los utilizan. No dar por sentado que la ausencia de denuncias significa la inexistencia de casos.

Proteger a las personas que denuncian, incluidas las víctimas supervivientes

  • Cuando surjan sospechas o denuncias de SEAH, actuar rápidamente y de una manera apropiada para evitar que se produzcan más daños. Esto puede incluir retirar temporalmente a la persona motivo de preocupación/acusada de situaciones en las cuales podría dañar a otros potencialmente o influir en la investigación. Esto debería hacerse de una manera que respete los derechos de todas las partes implicadas, a la espera de una investigación exhaustiva.
  • Proteger a todas las víctimas supervivientes de la SEAH, así como a los familiares y comunidades que han sufrido daños provocados por el personal de la organización o las personas vinculadas con sus programas o proyectos.
  • Proporcionar un apoyo adecuado (incluida asistencia médica, psicosocial, apoyo financiero y legal básicos) y utilizar (o, en su caso, desarrollar) orientaciones y unas reglas básicas que guíen esas disposiciones. Las víctimas supervivientes tienen derecho a recibir esa asistencia, tanto si deciden participar en una investigación como si no.
  • La asistencia y el apoyo deberían facilitarse de una manera centrada en la víctima superviviente, basada en los derechos, teniendo en cuenta la edad, las discapacidades y el género, sin discriminación y respetando la adecuación cultural. Algunos tipos de asistencia incluyen: medidas de seguridad y protección, asistencia médica inmediata (incluida la gestión clínica de la violación), kits de dignidad, ayuda psicosocial y de salud mental, servicios jurídicos, ayuda material básica, y asistencia para niños nacidos a raíz de la SEAH.
    • Esta nota técnica de UNICEF sobre la provisión de asistencia a las víctimas de la SEAH ofrece un asesoramiento práctico sobre cómo hacer lo siguiente: ayudar a una víctima, abordar consideraciones especiales para los niños víctimas, abordar las lagunas en los servicios y favorecer una coordinación e integración eficaces de la asistencia a las víctimas en los marcos nacionales.
    • Los niños precisan de una asistencia especial, así como de investigadores que posean una formación específica. El sitio web de IRC/especialistas en protección infantil incluye orientaciones sobre el Cuidado de los niños supervivientes en varios idiomas.
  • Adoptar un enfoque centrado en las víctimas supervivientes, basado en los derechos y orientado al tratamiento de los traumas, donde sus experiencias, derechos y necesidades sean el centro de las denuncias e investigaciones. Fundamentar estos enfoques en los derechos humanos, el respeto, la confidencialidad, la seguridad y la no discriminación. Proporcionar una orientación clara sobre cómo la organización pondrá esto en práctica en las denuncias, los servicios de respuesta y las investigaciones. Algunos recursos útiles incluyen:
  • En los casos donde estén implicados niños, situar el interés del menor en primer lugar en todas las actividades, incluidas la investigación, la asistencia y el apoyo, bajo la supervisión de expertos capacitados y en cooperación con las autoridades apropiadas junto con un adulto o tutor adecuado, que preferiblemente haya sido elegido por el niño y teniendo en cuenta las opiniones que el menor pueda expresar libremente. Derivar los casos a la agencia pertinente de aplicación de la ley con el consentimiento de ese adulto o tutor cuando la víctima superviviente sea un niño.
  • Garantizar una planificación continuada de la seguridad a lo largo del periodo de investigación y asegurarse de que cualquier medida adoptada en respuesta a las alegaciones no estigmatice ni someta a las víctimas supervivientes a un riesgo de sufrir más daños.
  • Ofrecer ayuda a las víctimas supervivientes con respecto a la asistencia jurídica independiente desde el inicio de los casos.
  • Dejar claro a las víctimas supervivientes y a los denunciantes que pueden denunciar casos de SEAH a las agencias encargadas del cumplimiento del orden si así lo desean.

Investigaciones

  • Investigar las alegaciones de una manera oportuna, justa, confidencial, segura y orientada al tratamiento de los traumas siguiendo un enfoque centrado en las víctimas/los supervivientes y basado en los derechos. Las investigaciones deberían considerar los ajustes que sean necesarios, dentro de lo razonable, para que las personas estén plenamente involucradas.
  • Únicamente seguir adelante con las investigaciones sin el consentimiento de una víctima superviviente cuando no hacerlo suponga un riesgo inaceptable para otras personas.
  • Adoptar medidas para proteger a las partes afectadas por la investigación y el proceso de investigación tras una evaluación del riesgo.
  • Derivar los casos que no se enmarcan en el ámbito de la organización a otras organizaciones pertinentes sin demora.
  • Cuando proceda, utilizar los cursos de formación internacionales para consolidar las habilidades en las investigaciones.
  • En el Directorio de Consultores del RSH encontrará una lista de investigadores capacitados.
  • Con el consentimiento fundamentado de la víctima superviviente cuando esta sea un adulto, proporcionar información sobre las alegaciones de SEAH a la agencia encargada del cumplimiento de la ley apropiada cuando existan pruebas que sugieran que ha tenido lugar un delito penal y cuando hacerlo no comporte riesgos importantes. Las entidades de la ONU deberían consultar a la Oficina de Asuntos Jurídicos (OLA, por sus siglas en inglés) antes de hacer eso.
  • Tener en cuenta los regímenes de prescripción (plazos temporales para presentar denuncias penales).
  • Contar con una política de compartición de la información que ofrezca orientación sobre la información relativa a la SEAH y garantizar que existan sistemas para proteger la información personal relacionada con las investigaciones.
  • Imponer sanciones (incluidos los despidos) cuando el personal haya cometido actos de SEAH o haya tomado represalias de cualquier tipo contra las víctimas supervivientes, los denunciantes o cualquier persona que haya participado en las investigaciones.
  • Una vez concluidas las investigaciones, utilizar sistemas como el Misconduct Disclosure Scheme, el Proyecto Soteria, y (para la ONU) ClearCheck para evitar que los perpetradores conocidos de SEAH se desplacen a través del sistema de HDP.

Para la ONU únicamente:

En las operaciones de mantenimiento de la paz:

En línea con la resolución 2272 del Consejo de Seguridad de la ONU y el Manual de Mantenimiento de la Paz de la ONU:

  • Se repatriará a unidades y contingentes enteros cuando existan pruebas de SEA sistémica o generalizada o alguna inacción en respuesta a las alegaciones.
  • Se tendrá en cuenta si un Estado miembro ha tomado las medidas apropiadas para investigar, rendir cuentas y mantener informado al Secretario General de las Naciones Unidas sobre el progreso de sus investigaciones a la hora de determinar si ese Estado Miembro debe participar o no en otras operaciones de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas actuales o futuras.
  • Todos los países que aportan contingentes deben tomar las medidas necesarias para llevar a cabo investigaciones sobre alegaciones de explotación y abuso sexuales por parte de su personal, desplegar a funcionarios nacionales de investigación en sus contingentes para respaldar esos esfuerzos, concluir dichas investigaciones lo más rápidamente posible y hacer que los miembros del personal que hayan cometido actos de SEA rindan cuentas, además de informar pormenorizadamente y de una manera oportuna a las Naciones Unidas sobre las actuaciones emprendidas.
  • Los países que aportan contingentes deberían participar en todos los casos que conciernan a sus tropas a través de un experto en legislación militar y, más específicamente, de la fiscalía militar, que recabará pruebas para su posterior uso en tribunales militares o procedimientos jurídicos nacionales en sus respectivos países, según proceda.
  • La oficina del Secretario General de las Naciones Unidas debería encomiar a los comandantes de contingentes que cooperan con las investigaciones de la ONU sobre alegaciones contra los miembros de sus contingentes, enviando una carta a su Jefe de Estado o Gobierno.
  • El personal de la ONU debería notificar al Director Ejecutivo del Secretario General de las Naciones Unidas cuando el personal de un Estado miembro (p. ej., los comandantes de contingentes) no colaboren en las investigaciones. Los comandantes de contingentes que no cooperen con las investigaciones deberían ser sancionados y repatriados. La ONU también debería recuperar del país que aporta contingentes militares todos los pagos relacionados con ese comandante y abonarlos al fondo fiduciario para las víctimas.
  • Debería despedirse a los miembros del personal, la policía civil o los observadores militares que hayan cometido actos de SEA. Asimismo, estos deberían pagar una multa y el dinero obtenido debería destinarse al fondo fiduciario para las víctimas. Además, la ONU debería recuperar todos los pagos efectuados al país que aporta contingentes militares que estén relacionados con ese miembro del personal.
  • Los países que aportan contingentes militares deberían permitir la transmisión en vivo y el acceso de las víctimas a los procedimientos de los tribunales.

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Garantizar que todas las personas que entren en contacto con el programa puedan acceder a mecanismos seguros y accesibles para la denuncia de casos o preocupaciones relativas a la SEAH.
  • Denunciar las alegaciones de SEAH que tengan lugar durante la ejecución de los proyectos utilizando los canales adecuados.
  • Dejar claro a todos los socios que participan en la cadena de ejecución (incluidos el personal, los voluntarios y los contratistas) que también se espera que ellos denuncien casos o inquietudes relacionadas con la SEAH.
  • Garantizar que haya información disponible sobre cómo proporcionar servicios de asistencia de calidad a las víctimas supervivientes si el personal implicado en sus actividades comete actos de SEAH, incluidas la gestión y la investigación de los casos. Esto podría incluir localizar servicios de ayuda para las víctimas supervivientes y gestionar los riesgos que cualquier laguna en la prestación de esos servicios pueda suponer para las víctimas supervivientes.
  • Considerar activamente cómo su trabajo podría interactuar con los mecanismos de coordinación actuales para mejorar y fortalecer los servicios locales, por ejemplo, los proveedores de servicios para la violencia de género y la protección de menores, a quienes podría tener que acudir para ofrecer apoyo a las víctimas supervivientes si se producen casos de SEAH. Incluir financiación para esto como parte de los gastos del programa.
  • Asegurarse de que todo el personal que pueda entrar en contacto con las comunidades afectadas reciba formación sobre cómo responder cuando una persona divulgue una alegación.
  • Recordar que es probable que muchos casos no se denuncien, por lo que el hecho de que haya un escaso número de casos no significa necesariamente que no se produzcan incidentes de SEAH.

 

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6. SUPERVISIÓN: comprobar si los esfuerzos para proteger frente a la SEAH están funcionando 

  1. Aprender de la experiencia y mejorar, lo cual incluye identificar las cosas que han salido mal. Cuando se produzcan casos, valorar si las medidas de prevención podrían reforzarse y hacer un seguimiento de las víctimas supervivientes para comprobar si es posible mejorar la asistencia.
  2. Controlar y evaluar la implementación y el impacto de las políticas y los enfoques hacia la PSEAH. Utilizar herramientas y cuestionarios de opinión para comprobar en qué medida el personal, los socios encargados de la implementación y las comunidades entienden cómo prevenir y responder a la SEAH y si las percepciones/los niveles de riesgo están mejorando; usar datos agregados no identificables para realizar un seguimiento del número de casos con el fin de valorar si los mecanismos de denuncia están funcionando; buscar tendencias para comprobar si existe una necesidad de incrementar la prevención en grupos o geografías específicos (p. ej., niños o personas con discapacidades).
  3. Participar en esfuerzos conjuntos para fortalecer y alinearse con los enfoques hacia la PSEAH. Publicar y compartir datos, información y conocimientos sobre la SEAH de una manera que proteja la confidencialidad, ayudar a crear una base empírica relativa a la PSEAH, tener un conocimiento de lo que funciona y hacer un seguimiento del progreso global en relación con la PSEAH.
 

Esto significa que:

Todas las personas deberían:

  • Considerar si los enfoques de PSEAH en sus áreas de trabajo se están implementando de una manera eficaz, y transmitir sus comentarios en caso de que exista algún área de mejora.
  • Estar dispuestas a compartir sus observaciones y su experiencia acerca de la eficacia de la PSEAH vinculada su trabajo.
  • Los altos dirigentes de todas las organizaciones deberían garantizar que la rendición de cuentas y las denuncias de SEAH se incluyan en los mandatos de la junta o de las estructuras de gobierno de la organización, además de considerar el progreso relativo a la implementación de las políticas de PSEAH al menos una vez por trimestre. Las organizaciones de mayor envergadura deberían informar a las juntas sobre la PSEAH una vez al año como mínimo. El diálogo regular de la dirección puede facilitar el aprendizaje a través de la discusión de tendencias y el análisis del progreso organizativo.

A nivel internacional: los líderes internacionales, como los jefes de Gobierno, los organismos donantes, las agencias multilaterales, las ONGI, las fundaciones y otros líderes involucrados en la implementación de las labores HDP deberían hacer lo siguiente:

Algunos ejemplos incluyen:

A nivel nacional: en un contexto de país, los Gobiernos/Estados nacionales, los parlamentos, los líderes locales y los responsables de todas las organizaciones deberían hacer lo siguiente:

  • Compartir información adecuada, aprendizaje y prácticas eficaces de una manera segura y prudente con los socios implementadores y otras organizaciones pertinentes que trabajan en los mismos países y que podrían ayudarles a mejorar su propio trabajo de PSEAH.
  • Controlar el progreso a través de los planes de actuación del país implementador y realizar mejoras donde sea necesario.
  • Fomentar el control parlamentario o independiente de los enfoques nacionales hacia la PSEAH.
    • ej., el Comité de Desarrollo Internacional del Parlamento del RU llevó a cabo una investigación sobre los esfuerzos del RU para abordar la explotación y el abuso sexuales en el sector de la ayuda humanitaria.
  • Los coordinadores de PSEA y las redes de PSEA pertinentes deberían apoyar al panel global de PSEA del IASC para contribuir al conocimiento y a un seguimiento de los resultados a nivel de país.
  • Crear una lista nacional de delincuentes sexuales, en caso de que no exista ninguna.

Las organizaciones: los donantes, las instituciones multilaterales, las ONG y el sector privado deberían hacer lo siguiente:

  • Evaluar regularmente el progreso de las estrategias y los planes de actuación de PSEAH y adoptar medidas para gestionar los riesgos y fortalecer los enfoques. Alentar al personal a que aporte comentarios e ideas sobre cómo mejorar los enfoques hacia la PSEAH.
  • Las juntas o los gerentes sénior de las instituciones deberían discutir los enfoques, las políticas, la exposición al riesgo y el número de casos de SEAH y su gestión al menos una vez al año para garantizar una supervisión eficaz y que las reclamaciones y los casos potenciales de SEAH se tomen en serio y se actúe al respecto.
    • Controlar y supervisar los datos de las investigaciones para realizar un seguimiento de la calidad de las investigaciones y de los procedimientos disciplinarios posteriores.

Ejemplo

  • Diseñar un proceso para recibir comentarios y opiniones firmes sobre el proceso de investigación: controlar la proporción de alegaciones que se corroboran, los calendarios para finalizar las actuaciones administrativas y los tipos de actuaciones administrativas/disciplinarias vinculadas a los distintos tipos de alegaciones.
  • Regularmente, y al menos de manera anual, publicar información agregada sobre los casos de SEAH y cómo se ha respondido a ellos, con el fin de fortalecer la transparencia y la rendición de cuentas.
  • Fomentar y participar en la compartición de conocimientos entre las instituciones, compartir prácticas eficaces, con el propósito de alinear las metodologías y consolidar la colaboración en las operaciones.

Para ONU únicamente:

  • Los altos dirigentes deberían emitir cartas de gestión a sus órganos de gobierno anualmente, donde certifiquen que todas las denuncias de SEA que han llegado a su conocimiento han sido denunciadas y que se han tomado las medidas apropiadas.

El personal de los proyectos o los programas debería:

  • Cerciorarse de que la supervisión del proyecto tenga en cuenta los riesgos de SEAH y permita expresar las inquietudes relativas a la SEAH a través de una variedad de herramientas, entre las que podrían incluirse entrevistas, encuestas, grupos focales y la supervisión independiente de terceros. Incluir las percepciones de riesgo o seguridad de los destinatarios de la ayuda cuando se lleven a cabo intervenciones de salvaguardia.
  • Incorporar indicadores relacionados con la SEAH a los documentos de supervisión de los programas, como los marcos lógicos o las revisiones.
  • Estudiar cómo se pueden recabar y compartir los datos y el aprendizaje de los casos de SEAH de una manera segura para fundamentar otras actividades y así reducir el riesgo de SEAH.
  • Evitar depender demasiado del número de casos de SEAH como un indicador de cómo un socio está gestionando la PSEAH en un programa/proyecto específico. El hecho de que no existan denuncias de SEAH o de que haya muy pocos casos puede ser en sí mismo un motivo de preocupación, puesto que eso puede indicar que existe un entorno donde no resulta seguro denunciar ciertas inquietudes.
  • Actuar con celeridad y de una manera no defensiva cuando las cosas salgan mal (algo que sucederá en algún momento) y considerar el uso de los cuatro pasos: identificar, transmitir a una instancia superior, solucionar y aprender.
  • Fomentar el aprendizaje a partir de las cosas que han salido mal, lo cual es tan importante como aprender de las cosas que se hacen bien.

 

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Información y recursos adicionales

Formación

Enfoque centrado en las víctimas

Discapacidad

LBGT+

Protección de los niños

Compromisos y recursos de las Naciones Unidas para abordar la SEA y el SH

La página web general de la ONU sobre la estrategia para Combatir la Explotación y los Abusos Sexuales contiene una gran cantidad de información y recursos sobre cómo la ONU aborda la SEA a lo largo de sus operaciones. Más específicamente, contiene información sobre:

Orientación de la ONU de 2019 sobre el liderazgo en las actuaciones humanitarias: manual para el coordinador residente y de actividades humanitarias de la ONU. Este manual ofrece orientaciones específicas sobre las funciones directivas de los coordinadores residentes y de actividades humanitarias de la ONU, incluidas sus responsabilidades de PSEAH.

El Comité Permanente entre Organismos (IASC, por sus siglas en inglés) es el foro de coordinación humanitaria de mayor nivel dentro de la ONU, elabora normas y orientaciones clave y cuenta con una página web especializada sobre la prevención de la explotación y los abusos sexuales en las operaciones humanitarias (que también sigue el resto del sistema de la ONU), incluidos:  

Información sobre cómo la ONU aborda el acoso sexual

Apoyo de la ONU para las víctimas supervivientes

Estándares y orientación para las operaciones de mantenimiento de la paz:

Compromisos y orientación para las Instituciones Financieras Internacionales (IFI, por sus siglas en inglés)

Directrices para organizaciones no gubernamentales (ONG), contratistas y otras personas 

Información para donantes

Herramientas de investigación para evitar la contratación/recontratación de perpetradores

  • Plataforma ClearCheck de la ONU. Se trata de una plataforma altamente segura de una base de datos en línea. Contiene información sobre personas que han cometido actos de SEAH para compartirla con entidades de la ONU con el fin de evitar que puedan ser recontratadas en la ONU.
  • Programa de divulgación de conductas indebidas (Misconduct Disclosure Scheme). Este programa facilita la compartición de datos sobre conductas indebidas entre empleadores. Sirve como complemento a las comprobaciones policiales mediante la identificación de aquellos perpetradores contra los cuales se han iniciado procedimientos disciplinarios o que están implicados en investigaciones, pero que es posible que no hayan cometido delitos.
  • Proyecto Soteria. Este proyecto gestionado por Interpol contribuye a prevenir y detectar casos de SEAH. Las instituciones pueden utilizar las capacidades policiales globales de la Interpol aprovechando las notificaciones, las bases de datos y las redes de esta organización.

Herramientas de datos y denuncia

  • Mecanismo de denuncia público de la ONU sobre las alegaciones de SEA. Esta iniciativa comparte los datos de todo el sistema de la ONU sobre las alegaciones de SEA para fomentar la transparencia y la rendición de cuentas.
  • Marco armonizado para la recopilación y notificación de datos de SEAH de la CHS. Se trata de una iniciativa internacional que permite que las organizaciones recopilen y notifiquen datos de una manera armonizada y sistemática, utilizando los mismos conjuntos de datos de SEAH de primera línea para promover la transparencia y la rendición de cuentas, a través de un mejor entendimiento del tema gracias a un análisis sólido de las tendencias. El proyecto piloto se centra en las ONG y el sector privado, pero la ONU y los Estados miembros también están implicados y podría tener una aplicabilidad más amplia.
  • Índice de la visión general sobre el riesgo de explotación y abuso sexuales (SEARO). Es un recurso que ayuda a identificar contextos de alto riesgo de SEA y a respaldar la toma de decisiones, lo cual incluye dónde priorizar los recursos. Es un índice compuesto que reúne indicadores sobre una serie de factores distintos que pueden influir en el riesgo de SEA.

 

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Una nota sobre los términos, las definiciones y las abreviaciones

Enlaces útiles:

Algunos términos y definiciones utilizados habitualmente en relación con la SEAH incluyen:

Labores/entornos humanitarios, de desarrollo y mantenimiento de la paz

  • Las labores humanitarias ofrecen una asistencia vital inmediata a las poblaciones afectadas por crisis como los conflictos, los desastres naturales y otras emergencias. P. ej., facilitar alimentos, refugio, asistencia sanitaria y servicios de protección para satisfacer las necesidades urgentes de las poblaciones afectadas y aliviar el sufrimiento. 
  • Las labores de desarrollo, ayuda, asistencia y cooperación tienen el fin de mejorar el bienestar a largo plazo de los países con ingresos bajos y de abordar las causas subyacentes de la pobreza, la desigualdad y la vulnerabilidad. P. ej., fomentar el crecimiento económico, mejorar el acceso a la educación y la asistencia sanitaria, fortalecer la gobernanza y las instituciones y promover una subsistencia sostenible.
  • Las labores de paz abarcan actividades cuyo objetivo consiste en gestionar y resolver conflictos, proteger a los civiles y ayudar a los países a pasar del conflicto a una paz sostenible. Esto incluye labores de mantenimiento de la paz (el despliegue de fuerzas multinacionales, habitualmente bajo el mandato de las Naciones Unidas o de organizaciones regionales, para mantener o restablecer la paz en áreas afectadas por los conflictos) y la consolidación de la paz (abordar las causas fundamentales del conflicto y fomentar una paz sostenible promoviendo la reconciliación, la cohesión social y el desarrollo).

HDP nexus es un término que se utiliza para capturar las interrelaciones entre las actuaciones humanitarias, de desarrollo y de paz, y los intentos de esos sectores de trabajar juntos de una manera más eficaz.

El Enfoque Común establece actuaciones clave a lo largo de cinco niveles, que abarcan desde la perspectiva global hasta el nivel individual: 

  • Individual: actuaciones para todas las personas implicadas en la prestación de ayuda o apoyo para el mantenimiento de la paz.
  • Internacional: actuaciones pertinentes para la arquitectura internacional general que apuntalan y coordinan los esfuerzos de protección frente a la SEAH en los sectores humanitarios, de desarrollo y de paz (HDP). Existen distintas maneras en las que el sistema de la ONU, otras instituciones multilaterales, los Gobiernos nacionales, la sociedad civil y el sector privado se reúnen para mantener discusiones y trabajar juntos en materia de PSEAH, así como diferentes programas y recursos a su disposición.  
  • Nacional: actuaciones de PSEAH previstas dentro de los países. Esto incluye las expectativas de los Gobiernos nacionales en sus propios países, de los países que aportan contingentes militares y los países que reciben refugiados. También abarcan cómo los Gobiernos y las organizaciones deberían actuar en países distintos al suyo donde se llevan a cabo labores HDP (p. ej., donantes/organismos de ayuda).
  • Organización: actuaciones que orientan a la amplia variedad de organizaciones que pueden realizar labores o trabajar en entornos HDP, para mejorar la coherencia en el enfoque de los distintos tipos de organizaciones. Muchas actuaciones son aplicables a todas las organizaciones, mientras que otras pueden depender de factores como el tamaño de la organización y el tipo de actividades que llevan a cabo. Las actuaciones particulares de organizaciones específicas aparecen destacadas. Los distintos tipos de organizaciones incluyen:  
    • departamentos gubernamentales u organismos de ayuda;  
    • instituciones multilaterales como las agencias de la ONU, fondos o programas, instituciones financieras multilaterales y bancos de desarrollo, así como fondos de temas específicos (p. ej., salud); 
    • organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales; 
    • otras organizaciones de la sociedad civil/de base/comunitarias; 
    • organizaciones del sector privado; y
    • organizaciones de investigación. 
  • Programa/Proyecto: actuaciones de PSEAH necesarias para diseñar e implementar cualquier programa, proyecto o iniciativa en entornos HDP. Estas actuaciones se aplican de manera proporcional en función de la escala y la complejidad del programa y el nivel de riesgo que implique para la salvaguardia.  

La abreviación SEAH hace referencia a «la explotación, el abuso y el acoso sexuales». Los tres constituyen abusos de autoridad inaceptables. La SEAH tiene sus orígenes en desequilibrios de poder que a menudo están vinculados con la desigualdad, especialmente con la desigualdad de género. Habitualmente, las víctimas supervivientes de la SEAH tienen menos poder o están más marginadas que los perpetradores por distintos motivos. Las más afectadas suelen ser las mujeres y las niñas.  

Los términos individuales que se engloban en la SEAH se definen de la manera siguiente:

  • Explotación sexual (SE, por sus siglas en inglés): cualquier abuso real o intento de abuso de una posición de vulnerabilidad, diferencial de poder o confianza para fines sexuales, que incluyen (sin limitación) la obtención de ventajas monetarias, sociales o políticas a partir de la explotación sexual de otra persona.Por ejemplo, coaccionar a personas para que participen en actividades sexuales a cambio de ayuda, servicios, oportunidades laborales u otros beneficios.
  • Abuso sexual (SA, por sus siglas en inglés): intrusión física real o amenaza de intrusión física de carácter sexual, tanto si se produce por la fuerza como en condiciones desiguales o coercitivas.​ Esto incluye agresión sexual, violación, abusos y otras formas de actividades sexuales no consentidas.
  • Acoso sexual (SH, por sus siglas en inglés): una serie de comportamientos y prácticas inaceptables y no deseados de carácter sexual que pueden incluir (sin limitación) sugerencias o exigencias sexuales, solicitudes de favores sexuales y comportamientos o gestos sexuales, verbales o físicos que puedan percibirse dentro de lo razonable como ofensivos o humillantes. Esto incluye bromas, comentarios o mensajes de carácter sexual, miradas insinuantes, mirar fijamente o de manera lasciva, mostrar o divulgar materiales pornográficos. En algunas ocasiones se utiliza para describir el comportamiento en un entorno laboral, pero también puede ocurrir en comunidades o espacios públicos.
  • Protección frente a la SEAH (PSEAH): prevenir y gestionar activamente y mitigar el riesgo de SEAH y responder adecuadamente cuando esta se produce. Eso significa adoptar todas las medidas razonables necesarias para proteger a las personas, a las poblaciones y al personal, reducir el riesgo de SEAH de una manera proactiva y prevenir los incidentes de SEAH. Esto pasa por crear o fortalecer los medios para plantear ciertas inquietudes y responder enérgicamente a las preocupaciones expresadas y a los casos de manera que se prioricen los derechos, la dignidad y las necesidades de las víctimas supervivientes. En ocasiones, la PSEAH también se denomina «salvaguardia frente a la SEAH».

Algunas organizaciones distinguen entre la SEA y el SH en función de si la víctima superviviente es un beneficiario de los servicios o la ayuda que proporcionan (SEA) o un miembro del personal (SH), y cuentan con políticas y procedimientos independientes para cada uno de ellos. No obstante, otras organizaciones mantienen un enfoque global hacia la SEAH que incluye tanto la SEA como el SH.

El CAPSEAH utiliza el término colectivo SEAH porque tanto la SE (explotación sexual) como el SA (abuso sexual) y el SH (acoso sexual) tienen sus orígenes en desequilibrios de poder que a menudo están motivados por la desigualdad, especialmente por la desigualdad de género, y todos ellos requieren la adopción de medidas. Conectarlos alienta a emprender actuaciones para combatir cualquier comportamiento sexual perjudicial y no deseado por parte del personal trabajando en entornos HDP, independientemente de dónde ocurra el incidente o de quién sea la víctima superviviente. 

«Conducta sexual indebida» es un término general que incluye el acoso, la explotación y el abuso sexuales, así como otras formas de comportamiento inapropiado de carácter sexual. En este documento se utiliza el término «explotación, abuso y acoso sexuales» (SEAH), en lugar de «conducta sexual indebida», para dejar claro que el comportamiento al que se hace referencia es grave y, en ocasiones, de carácter delictivo.

Protección contra la explotación, el abuso y el acoso sexuales (PSEAH): esfuerzos para prevenir y responder adecuadamente a la explotación, el abuso y el acoso sexuales. 

Salvaguardia y Protección contra la explotación, el abuso y el acoso sexuales (PSEAH) son términos que describen las medidas conjuntas de las organizaciones para combatir la SEAH. El término «salvaguardia» generalmente incluye otros daños y abusos no sexuales. El término PSEA (protección contra la explotación y el abuso sexuales) también se utiliza para hacer referencia a las medidas adoptadas para proteger a las personas de la explotación y el abuso sexuales perpetrados por el personal y en el marco de los programas. A diferencia de la SEAH, la PSEA no siempre incluye el acoso sexual.

Víctima superviviente: hace referencia a una persona que ha sufrido daños como resultado de la SEAH. Algunas organizaciones y personas prefieren llamarlas «víctimas», para reconocer el daño que han sufrido, mientras que otras prefieren usar el término «supervivientes», para usar un término que tenga connotaciones empoderadoras (si bien cabe recordar que, desafortunadamente, algunas víctimas no logran sobrevivir). Utilizaremos ambos términos en paralelo teniendo en cuenta su uso generalizado en los sectores humanitario, de desarrollo y mantenimiento de la paz.

Enfoque centrado en las víctimas supervivientes: un enfoque en el cual los derechos, la seguridad y el bienestar de las víctimas supervivientes continúan siendo una prioridad en todos los asuntos y procedimientos.

Demandante/persona que comunica incidentes o denunciante: un trabajador humanitario u otra persona que presenta alegaciones de SEAH.

 

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Acrónimos

CAD: comité de ayuda al desarrollo

VBG: violencia basada en el género

HQAI: iniciativa de aseguramiento de la calidad humanitaria

IASC: comité permanente entre organismos

IFI: institución financiera internacional

ONGI: organizaciones no gubernamentales internacionales

MFI: institución financiera multilateral

MdA: memorandos de acuerdo

ONG: organización no gubernamental

PSEAH: protección contra la explotación, el abuso y el acoso sexuales

ODS: objetivos de desarrollo sostenible

SEA: explotación y abuso sexuales

SEAH: explotación, abuso y acoso sexuales